Hola, hola la semana pasada estuvimos en un cumpleaños muy especial, una persona muy querida por mi familia, el tío Pepe, cumplió 80 años y sus hijas (que son casi como hermanas para mí) le prepararon una fiesta sorpresa.
Fue superemocionante juntarnos todos, familia, amigos, vecinos de toda la vida que ahora cada uno vivimos en un sitio ... y es que criarnos juntos a la manera de los 70 une mucho ja, ja, ja.
Como quería llevarles algo estuve pensando y al final me decidí por un brazo de gitano. Es un dulce que siempre prepara mi hermana y yo no lo había hecho nunca, así que pensé que ya iba siendo hora de que hiciera yo uno y como no podía ser de otra manera lo iba a hacer diferente je, je, je.
Así que con mi osadía y el "savoir faire" de mi hermana nos ha salido el brazo de gitano más increíble que he probado nunca.
Quedó un bizcocho muy esponjoso y muy equilibrado de dulzor, vamos que para ser el primero ... fue todo un éxito ja, ja, ja.
Los ingredientes que utilicé para la plancha de bizcocho son:
6 huevos.
6 cucharadas soperas de azúcar.
5 y media cucharadas de harina.
Media cucharada de cacao puro.(Yo uso Valor sin azúcar).
Media cucharadita de las de café de colorante en pasta rojo (red red Wilton).
Para el relleno:
1 bote de 250 grs. de queso mascarpone. (Yo lo compré en Aldi pero lo hay en cualquier supermercado).
1 brick de 200 ml. de nata para montar (35% de materia grasa).
100 grs. de azúcar glas.
Unas gotas de esencia de vainilla.
Lo primero que hice fue el relleno porque es conveniente que esté en la nevera unas horas, yo por comodidad lo hice la tarde anterior. Para ello tamicé el azúcar glas y monté con la batidora de varillas la nata con la mitad del azúcar glas (no os paséis o se os cortará convirtiéndose en mantequilla je, je).
Por otra parte mezclé el queso, el azúcar glas restante y la esencia de vainilla con una varilla de mano. Cuando estuvo integrado mezclé con la nata y removí hasta que quedó una crema fina.
Id con cuidado y no os paséis para que no se os quede líquido. Guardar en un recipiente bien tapado en la nevera.
Para hacer el bizcocho lo primero es encender el horno a 180 grados.
Separar en 2 bols grandes las claras y las yemas.
Primero montaremos las claras porque si lo hacemos al revés tendremos que limpiar la batidora, la grasa de las yemas no dejaría que se montaran las claras. A medio montar echaremos 4 cucharadas de azúcar y seguiremos montando hasta que queden firmes y brillantes, a punto de nieve.
A continuación metemos la batidora en las yemas y le damos un batido rápido, para romperlas simplemente y añadimos 2 cucharadas soperas de azúcar y el colorante y batimos hasta que dupliquen el tamaño y se vean esponjosas.
Se incorporan las yemas a las claras y se tamiza sobre la mezcla la harina y el cacao y con una espátula suavemente se va removiendo de arriba a abajo para que la mezcla no pierda aire hasta incorporarlo todo y que no se vea ni un grumo de harina.
Se prepara la bandeja con un papel de horno y se echa la masa suavemente repartiéndola con la espátula hasta que esté totalmente nivelada.
Se cuece a 180 grados 10-12 minutos, según el horno. Yo lo pongo con calor arriba y abajo pero sin aire. Cuando esté en su punto lo sacamos y lo volcamos sobre un paño limpio, con el papel hacia arriba para quitárselo, con mucho cuidado y poco a poco.
Lo envolvemos con el paño dándole la forma y lo dejamos que se enfríe del todo.
Cuando haya perdido el calor le untamos una buena capa del relleno con una espátula o cuchillo de punta redonda.
Os sobrará crema pero no os la comáis, aunque sé que será difícil conteneros, porque luego para rematar las puntas viene muy bien.
Ahora lo enrollamos siempre sobre el lado más largo. Cortamos las puntas y con la crema que ha sobrado rematamos las puntas para que quede bonito.
Cuando vayáis a servirlo lo decoráis a vuestro gusto yo le puse azúcar glas con un colador y unas lineas de Colacao.
Espero que os guste tanto como a mí.
Bye.
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