martes, 20 de septiembre de 2016

TRUFAS DE CHOCOLATE.

Hola, hola tenía yo ganas de recuperar esta receta y digo recuperar porque estas trufas ya las hacía yo allá por los 90 ja, ja, ja, tal cual os lo cuento, mi amigo Pere se metió de cocinero en un bar y como la cocina era muy limitada les hacía yo los postres en casa, así que el viernes por la tarde cargaba el coche con pan de calatrava, puding de café y sobretodo mis trufas que triunfaban mogollón je, je.


Las trufas de ahora son más ligeras, pero éstas son como las de antes consistentes y golosas y con un toque de brandy. Se pueden recubrir con fideos de chocolate o de colores pero a mí me gustan con cacao puro, del amargo, que contrasta perfectamente con la trufa dulce. También suelo hacer alguna con cacao a la taza o con el cacao soluble para la leche (tipo Colacao) porque no a todo el mundo le gusta el amargo.


El brandy va a gustos, que hay niños no pongáis, que os gusta el sabor pero no queréis poner alcohol se puede hervir hasta que pierda el alcohol, que os gusta mucho le ponéis más pero yo pesé esta cantidad y me gusta el toque que tienen.

Los ingredientes para 35-40 trufas son:
150 grs. de chocolate negro para postres (yo uso el de Mercadona).
100 grs. de chocolate blanco.
175 grs. de leche condensada.
50 grs. de mantequilla.
25 grs. de brandy.
Cacao o fideos de chocolate para rebozarlas.


Se funde en el microondas el chocolate negro a golpes de 30 segundos para que no se queme y cuando esté a medio fundir se añade el chocolate blanco se le dan 30 segundos más y se remueve hasta que se integre todo y no queden trocitos. Este paso se puede hacer al baño María pero yo prefiero el microondas porque es más rápido y mancho menos. Se añaden la leche condensada y el brandy y se remueve hasta integrarlos.


Por último se funde la mantequilla en el microondas y se añade también, una vez incorporemos la mantequilla la mezcla quedará sedosa y brillante.


Ponemos un film a piel, o sea tocando la trufa, y lo dejamos en la nevera un mínimo de 4 horas.
Cuando está bien fría se hacen las bolitas con un sacabolas o directamente con una cuchara de postre, se les da forma con las manos y se rebozan con lo que prefiráis con cacao o fideos y se vuelven a meter en la nevera para que endurezcan.






Para acompañar un té o un café son el petit four ideal.
La trufa se puede congelar, yo a veces utilizo la mitad y la otra mitad la congelo.

Bye.

lunes, 12 de septiembre de 2016

HELADO DE PLÁTANO CON SALSA DE TOFFEE.

Hola, hola hoy celebramos el cumpleaños de mi padre y si hay algo que le encanta son los helados. Así que estuve mirando aquí y allá y el de plátano me pareció una buena opción y si se acompaña de una buena salsa de caramelo mejor que mejor! je, je. La idea la saqué del blog de María Lunarillos pero he hecho unos ajustes para que quede a mi gusto.


La base para un buen helado siempre es la misma, una natilla hecha con yemas de huevo, leche, nata y azúcar. Luego se le añade fruta, chocolate o lo que queramos para conseguir el sabor deseado. Yo suelo sustituir parte de la nata por yogur con el fin de aligerar un poco el sabor y las calorías je, je.

En mi familia hay mucha tradición heladera, mis abuelos y mis tíos dedicaron gran parte de su vida a hacer helados y a venderlos, yo no sé si tendrá algo que ver pero en casa nos encantan los helados y si son caseros mejor! Cuando me compré la heladera ya sabía yo que le sacaría el rendimiento ja, ja, ja.


Bueno al lío que son 2 recetas, los ingredientes para la salsa son:
200 grs. de azúcar.
120 cls. de nata para montar (35% m. g.)
40 cls. de agua.
1 cucharada de azúcar invertido (yo como no tenía usé glucosa líquida).
50 grs. de mantequilla.
Un pellizquito de sal en escama (yo uso sal Maldon).

En un cazo bastante grande se pone el azúcar, la glucosa, el agua y se deja a fuego medio para que se vaya haciendo un caramelo.


Cuando empieza a coger color y está como la miel se retira del fuego y con cuidado se incorpora la nata, veréis que burbujea con violencia por eso aconsejo un cazo grande para que no sobresalga. Se devuelve al fuego para que se deshaga si hay algún grumo y sin dejar de remover esperamos unos minutos hasta que la salsa esté lisa. Se saca del fuego, se añade la mantequilla y la sal y se remueve hasta que se deshaga la mantequilla y quede lisa y brillante.


Os aseguro que esta salsa es el mejor topping que podáis poner sobre un helado, crepes, fruta fresca o lo que se os ocurra.

Los ingredientes para el helado son:
4 yemas de huevo.
4 plátanos maduros.
400 cls. de leche.
200 cls. de nata del 35%.
130 grs. de azúcar.
unas gotas de esencia de vainilla.
200 grs. de yogur griego natural sin azúcar.
1 pellizquito de sal.

Ponemos en cazo la leche, la nata, el azúcar, las yemas de los huevos y una pizca de sal, lo ponemos a fuego medio sin dejar de remover o bien con una varilla o con una cuchara de madera. Veremos que a medida que se va calentando va espesando y cuando la natilla nape la cuchara de madera (unos 8-10 minutos) ya está lista, en ningún momento tiene que llegar a hervir.
Pelamos los plátanos y los cortamos a rodajas, los incorporamos a la natilla con unas gotas de esencia de vainilla y trituramos con una batidora de brazo.


Se tapa con un papel film a piel, o sea pegándolo a la superficie para que no haga la capita dura que se suele hacer cuando enfría y lo dejamos a temperatura ambiente hasta que pierda todo el calor y lo podamos llevar al frigorífico. Yo lo hice la tarde anterior para que estuviera toda la noche pero supongo que con 4 horas de nevera pueden ser suficientes.


Cuando haya pasado el tiempo y lo saquemos de la nevera se le añade el yogur y se incorpora con una varilla y ya lo podemos meter en la heladera para mantecarlo.


Cuando ya tengamos la consistencia que queremos se pone la mitad en un contenedor para helado o en un tupper, se añade un buen chorretón de salsa de caramelo y con una brocheta se hacen remolinos y se completa con el resto del helado.




Se guarda en el congelador aunque hay que sacarlo de vez en cuando y remover para que no se cristalice del todo.
Se sirve con la salsa de toffee y a disfrutar!!!


Bye.


lunes, 5 de septiembre de 2016

CANELONES DE VERANO.

Hola, hola he estado dándole vueltas a esta receta hasta que he conseguido lo que buscaba, unos canelones ligeros pero con todo el sabor. La idea me la dio María, una chica de un grupo de Facebook en el cual estoy que se llama Cambia el chip, allí compartimos ideas y recetas saludables y ricas.



No llevan pasta porque en su lugar he puesto tiras muy finas de calabacín, el relleno podría haberlo hecho casero pero como no quería pasarme toda la mañana en la cocina he puesto un pisto de bote que sale buenísimo (marca Hida) mezclado con 1 lata de atún, bechamel y queso rallado para gratinar, simple pero buenísimo!

Lo que más trabajo me llevó fue sacar unas tiras anchas y bonitas porque como no tengo una mandolina lo hice con un pelador, entonces tuve que sobreponer hasta 3 para que diese la medida que yo quería para el canelón.

Los ingredientes para 10 canelones son:
2 calabacines hermosos.
1/2 bote de pisto de verduras.
1 lata de atún.
Para la salsa bechamel:
1 cucharada sopera de harina, leche, mantequilla, sal, pimienta blanca y nuez moscada.
Queso rallado (A mí me gusta poner emmental).

Mezclar el pisto con el atún y reservar.
Como os contaba antes hay que lavar y secar los calabacines para sacar unas tiras finas que nos harán el papel de la pasta de los canelones y yo lo hice con un simple pelador de verduras.
Después hay que superponerlas para que dé más o menos la medida de un canelón, si os salen anchas con 2 es suficiente, si no con 3. Ponemos una cucharada del pisto a un lado, enrollamos el calabacín para que cierre y cortamos el sobrante. Vamos poniéndolos en una bandeja para horno.
Todos los recortes que no aprovechéis se pueden guardar para una crema de calabacín que está bien buena je, je.


Una vez ya tenemos este paso sólo hay que hacer una bechamel y para ello ponemos un cazo al fuego con una cucharada de aceite y una de mantequilla, añadimos 1 cucharada de harina y la sofreímos. ahora vamos añadiendo poco a poco la leche sin dejar de remover e irá espesando. Se le pone sal, pimienta blanca y nuez moscada al gusto y cuando tengamos el espesor en el punto óptimo (ni clara, ni mazacote je, je) la ponemos sobre los canelones.


Se le añade el queso rallado y al horno bien caliente para que gratine, yo los tuve 15 minutos.


Lo que se ve quemado en la foto es el agua que soltó el pisto, pero los canelones estaban perfectos.


¿Quién dijo que los canelones resultan muy pesados para el verano? Éstos no, espero que os gusten.

Bye.