Hola, hola he estado dándole vueltas a esta receta hasta que he conseguido lo que buscaba, unos canelones ligeros pero con todo el sabor. La idea me la dio María, una chica de un grupo de Facebook en el cual estoy que se llama Cambia el chip, allí compartimos ideas y recetas saludables y ricas.
No llevan pasta porque en su lugar he puesto tiras muy finas de calabacín, el relleno podría haberlo hecho casero pero como no quería pasarme toda la mañana en la cocina he puesto un pisto de bote que sale buenísimo (marca Hida) mezclado con 1 lata de atún, bechamel y queso rallado para gratinar, simple pero buenísimo!
Lo que más trabajo me llevó fue sacar unas tiras anchas y bonitas porque como no tengo una mandolina lo hice con un pelador, entonces tuve que sobreponer hasta 3 para que diese la medida que yo quería para el canelón.
Los ingredientes para 10 canelones son:
2 calabacines hermosos.
1/2 bote de pisto de verduras.
1 lata de atún.
Para la salsa bechamel:
1 cucharada sopera de harina, leche, mantequilla, sal, pimienta blanca y nuez moscada.
Queso rallado (A mí me gusta poner emmental).
Mezclar el pisto con el atún y reservar.
Como os contaba antes hay que lavar y secar los calabacines para sacar unas tiras finas que nos harán el papel de la pasta de los canelones y yo lo hice con un simple pelador de verduras.
Después hay que superponerlas para que dé más o menos la medida de un canelón, si os salen anchas con 2 es suficiente, si no con 3. Ponemos una cucharada del pisto a un lado, enrollamos el calabacín para que cierre y cortamos el sobrante. Vamos poniéndolos en una bandeja para horno.
Todos los recortes que no aprovechéis se pueden guardar para una crema de calabacín que está bien buena je, je.
Una vez ya tenemos este paso sólo hay que hacer una bechamel y para ello ponemos un cazo al fuego con una cucharada de aceite y una de mantequilla, añadimos 1 cucharada de harina y la sofreímos. ahora vamos añadiendo poco a poco la leche sin dejar de remover e irá espesando. Se le pone sal, pimienta blanca y nuez moscada al gusto y cuando tengamos el espesor en el punto óptimo (ni clara, ni mazacote je, je) la ponemos sobre los canelones.
Se le añade el queso rallado y al horno bien caliente para que gratine, yo los tuve 15 minutos.
Lo que se ve quemado en la foto es el agua que soltó el pisto, pero los canelones estaban perfectos.
¿Quién dijo que los canelones resultan muy pesados para el verano? Éstos no, espero que os gusten.
Bye.
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