Hola, hola esta receta es muy especial para mí porque este humilde y pequeñito blog ha llegado a las 10.000 visitas, cosa impensable cuando lo empecé. Además está a punto de cumplir 2 añitos, así que para conmemorar todo esto he hecho un cake (en honor al nombre del blog je, je).
Me apetecía uno de limón y he optado por una receta clásica de la repostería anglosajona, ya sabéis con mucha mantequilla, pero he visto que en algunos sitios (el sur de Estados Unidos, por ejemplo) cambian la mitad de la mantequilla por crema agria y me ha parecido una buena idea, esto hará que quede más ligero aunque igual de sabroso.
La sour cream o crema agria se puede comprar, aunque aquí es difícil de encontrar, así que la haremos casera y para ello necesitaremos:
250 grs. de nata bien fría (yo utilicé la de cocinar porque era la que tenía en casa).
3 cucharadas de zumo de limón.
2 cucharadas de vinagre blanco.
Una pizca de sal.
Ponemos la nata en un cuenco junto con el limón y batimos con un tenedor hasta que espese un poco, añadimos el vinagre y una pizca de sal y batimos hasta que quede espesa. Y ya la tenemos lista para usar. He visto que en algunas recetas usan yogur griego en vez de sour cream pero ya veis lo fácil que es de hacer. Yo hice la mitad de esta cantidad porque era lo que iba a utilizar.
Para hacer un pound cake se necesita el mismo peso de huevos, mantequilla, harina y azúcar, esta es la norma, aunque el nombre (pound) le viene porque antiguamente llevaba una libra de cada uno de estos ingredientes. Se puede hacer con lo que queráis con fruta seca, vainilla ... yo lo voy a hacer con trocitos de piel de limón confitado que compré en Lidl y por encima le pondré un glaseado de limón.
Ingredientes:
Pesar 4 huevos, los míos pesaron 265 grs.
265 grs. de azúcar.
265 grs. de harina.
130 grs. de mantequilla a temperatura ambiente.
135 grs. de nata agria (la que hemos preparado arriba).
1 sobre de levadura química (tipo Royal).
la ralladura de 1 limón.
Trocitos de piel de limón confitado (no es imprescindible).
Poner a batir la mantequilla con el azúcar para que se esponje, hay que ir parando la batidora y bajando la mezcla de las paredes del bol hasta que se vea cremosa y blanquecina.
Precalentar el horno a 200 grados.
Añadir los huevos uno a uno e ir batiendo entre uno y otro para que se incorporen bien.
Añadir la ralladura, hay que meter una espátula de silicona y comprobar que no quede nada pegado en el fondo y que la mezcla sea homogénea.
Tamizar la harina y la levadura sobre la mezcla anterior y batir a velocidad baja.
Finalmente añadir la sour cream que teníamos preparada en la nevera y mezclar suavemente.
Si tenéis las pieles de limón confitado se añaden ahora y se vuelca la mezcla en el molde, yo elegí uno de rosca porque me pareció que para esa cantidad el de plum cake se me quedaba pequeño.
Con este molde también se reduce el tiempo de horno, en este caso lo tuve 40 minutos a 180 grados, pero si lo hacéis con el larguito de plum cake necesitará más tiempo, sobre 1 hora.
A la media hora lo cubrí con papel de aluminio porque ya estaba suficientemente dorado por arriba, pero cuidado con abrir el horno antes de tiempo porque se os puede bajar.
Lo dejé enfriar para poder desmoldarlo con seguridad y mientras preparé el glaseado de limón, para ello utilicé:
75 grs. de azúcar.
3 cucharadas grandes de zumo de limón.
2 cucharadas de agua.
Se pone todo a calentar hasta que se disuelva el azúcar.
Desmoldé el cake, lo pinché con un palillo y lo pinté con el glaseado para que quedase bien brillante y jugoso.
Tengo que decir que el resultado ha sido espectacular, la combinación del sabor de la mantequilla con el limón me encanta y luego con un buen té es realmente sublime!
Espero que os guste, sigáis visitando el blog y haciendo las recetas.
Muchas, muchas gracias.
Bye.
sábado, 29 de octubre de 2016
viernes, 14 de octubre de 2016
BERENJENAS ESPECIALES.
Hola, hola ¿habéis oído hablar de la soja texturizada? pues hasta hace poco yo no, pero gracias al grupo de Facebook "Cambia el chip" he ido conociendo productos que no tenía ni idea de que existían y voy comprando cositas para ir experimentando con recetas que además de novedosas para mí, son muy sanas.
La soja texturizada puede sustituir a la carne picada en cualquier receta desde unos macarrones a la boloñesa hasta unas berenjenas rellenas como las que he hecho yo. En la tienda donde yo fui la tienen en 3 tamaños y yo elegí el mediano por similitud a la carne picada.
Nutricionalmente es una pasada porque contiene el doble de proteínas que la misma cantidad de carne, de hecho se le llama carne de soja o proteína vegetal. Contiene minerales como hierro, calcio, magnesio, fósforo y zinc. Vitaminas A, E y del grupo B y fibra con muy pocas calorías porque la soja texturizada es el producto que se obtiene al quitar todo el aceite a la soja.
Para prepararla sólo hay que hervir agua y añadir la soja texturizada, apartamos del fuego, tapamos y dejamos reposar 10 minutos para que se hidrate, Se vuelca en un colador y se refresca bajo el grifo. Se escurre bien y lista para freír, hornear o lo que queramos. Hay que tener en cuenta que la soja por sí misma no tiene mucho sabor y es importante condimentarla con lo que nos guste: salsas, hierbas o especias ... yo como tengo un bote de garam masala que compré pues le pongo una cucharadita pero no es un ingrediente principal.
Ingredientes para 2 berenjenas rellenas:
2 berenjenas grandes.
130 grs. de soja texturizada.
1 cebolla.
2 dientes de ajo.
Tomate frito.
Vino blanco.
Sal, pimienta negra y 1 cucharadita de especias garam masala.
Queso rallado para gratinar.
Encender el horno a 180 grados.
Lavamos las berenjenas, quitamos el pedúnculo y las abrimos por la mitad a la larga, Se les hacen unos cortes transversales sin llegar a la piel y se ponen en una bandeja apta para horno. Se meten en el horno caliente una media hora o hasta que la pinchéis y estén blanditas. Este paso se puede hacer al microondas pero yo lo hago al horno.
Mientras hidratamos la soja texturizada como he explicado antes.
Cortamos una cebolla en brunoise (cuadraditos piqueños) y picamos 2 dientes de ajo.
Ponemos una sartén grande al fuego con aceite de oliva y sofreímos la cebolla y el ajo, cuando esté la cebolla transparente se añade la soja bien escurrida y se le da una vuelta, es el momento de la sal y las especias.
Añadimos medio brick de tomate frito (unos 100 grs.) y un chorrito de vino blanco y lo dejamos hervir para que el alcohol del vino se evapore.
Cuando las berenjena estén asadas, se sacan del horno y se dejan atemperar para que cuando saquemos la carne no se rompan, hay que dejar la piel entera para después volverlas a rellenar.
Picamos la carne de las berenjenas con un cuchillo para que quede suelta y se añade al sofrito de la soja texturizada.
Se integra todo y ya se pueden rellenar las berejenas.
Se les pone un poco de queso por encima (a mí me gusta el emmental) y al horno para gratinarlas.
A disfrutar de un plato riquísimo y con pocas calorías.
Bye.
La soja texturizada puede sustituir a la carne picada en cualquier receta desde unos macarrones a la boloñesa hasta unas berenjenas rellenas como las que he hecho yo. En la tienda donde yo fui la tienen en 3 tamaños y yo elegí el mediano por similitud a la carne picada.
Nutricionalmente es una pasada porque contiene el doble de proteínas que la misma cantidad de carne, de hecho se le llama carne de soja o proteína vegetal. Contiene minerales como hierro, calcio, magnesio, fósforo y zinc. Vitaminas A, E y del grupo B y fibra con muy pocas calorías porque la soja texturizada es el producto que se obtiene al quitar todo el aceite a la soja.
Para prepararla sólo hay que hervir agua y añadir la soja texturizada, apartamos del fuego, tapamos y dejamos reposar 10 minutos para que se hidrate, Se vuelca en un colador y se refresca bajo el grifo. Se escurre bien y lista para freír, hornear o lo que queramos. Hay que tener en cuenta que la soja por sí misma no tiene mucho sabor y es importante condimentarla con lo que nos guste: salsas, hierbas o especias ... yo como tengo un bote de garam masala que compré pues le pongo una cucharadita pero no es un ingrediente principal.
Ingredientes para 2 berenjenas rellenas:
2 berenjenas grandes.
130 grs. de soja texturizada.
1 cebolla.
2 dientes de ajo.
Tomate frito.
Vino blanco.
Sal, pimienta negra y 1 cucharadita de especias garam masala.
Queso rallado para gratinar.
Encender el horno a 180 grados.
Lavamos las berenjenas, quitamos el pedúnculo y las abrimos por la mitad a la larga, Se les hacen unos cortes transversales sin llegar a la piel y se ponen en una bandeja apta para horno. Se meten en el horno caliente una media hora o hasta que la pinchéis y estén blanditas. Este paso se puede hacer al microondas pero yo lo hago al horno.
Mientras hidratamos la soja texturizada como he explicado antes.
Cortamos una cebolla en brunoise (cuadraditos piqueños) y picamos 2 dientes de ajo.
Ponemos una sartén grande al fuego con aceite de oliva y sofreímos la cebolla y el ajo, cuando esté la cebolla transparente se añade la soja bien escurrida y se le da una vuelta, es el momento de la sal y las especias.
Añadimos medio brick de tomate frito (unos 100 grs.) y un chorrito de vino blanco y lo dejamos hervir para que el alcohol del vino se evapore.
Cuando las berenjena estén asadas, se sacan del horno y se dejan atemperar para que cuando saquemos la carne no se rompan, hay que dejar la piel entera para después volverlas a rellenar.
Picamos la carne de las berenjenas con un cuchillo para que quede suelta y se añade al sofrito de la soja texturizada.
Se integra todo y ya se pueden rellenar las berejenas.
Se les pone un poco de queso por encima (a mí me gusta el emmental) y al horno para gratinarlas.
A disfrutar de un plato riquísimo y con pocas calorías.
Bye.
viernes, 7 de octubre de 2016
BUÑUELOS DE CALABAZA.
Hola, hola esta receta la quise preparar para San José porque en mi casa no es poca cosa lo de San José, además de ser el día del padre es el santo de mi madre y de mi única hermana así que se hacen buñuelos y alguna cosa más je, je, je.
Además siempre viene mi tía, que a parte de ayudarnos se lleva una bandeja para los de su casa así que el año pasado hicimos más de 300.
Al final por un virus intestinal se pospusieron y los hicimos para San Vicente que también es un día muy señalado en mi casa pues es el santo de mi padre, pero no salieron bonitos, como podéis ver en la foto de arriba.
Para esta receta lo de la experiencia cuenta y mucho porque la pasta no tiene que estar ni muy clara ni muy espesa y como lleva levadura fresca se tiene que dejar un tiempo "para que se haga buena" como dicen mi madre y mi tía. Y luego el punto bueno es cuando la dejas caer y no se apelotona aunque tiene que tener su consistencia.
Lo primero del todo es limpiar de piel y pepitas la calabaza, trocearla y pesarla, por cada 1 kg. de calabaza luego pondremos 1 kilo de harina.
Ingredientes:
Para 1 kg. de calabaza pusimos 1 kilo de harina, 2 huevos, un pellizco de levadura fresca (25 grs. más o menos), la ralladura de un limón y un pellizquito de sal.
Ponemos una olla al fuego con la calabaza y agua suficiente para cubrirla y un dedo más. Se hierve hasta que al pincharla esté tierna. Según lo dura que esté tardará más o menos. Tiene que quedar cocida y con algo de agua como veis en la foto.
Cuando esté cocida se le pasa la batidora y se tritura por completo.
Tiene que estar templada, si no hay que calentarla.
Se echa en un cuenco grande y se añade la harina, los huevos batidos, la levadura fresca desleída, la ralladura de 1 limón y una pizca de sal, se amasa y se deja reposar media hora para que la levadura actúe y la masa se haga buena.
Si cuando vais a freír los buñuelos está demasiado compacta se puede calentar un vaso de agua y añadirlo para que la masa al dejarla caer no esté apegotada pero tiene que estar espesita.
Para hacer buñuelos es imprescindible una buñolera que nunca se friega sino que cuando se acaba se limpia bien con papel de cocina y se guarda para la próxima vez, envuelta con papel y dentro de una bolsa de plástico para que no coja polvo.
Se pone una sartén grande a fuego vivo y bastante aceite como 2 litros o más, se mete la buñolera dentro para que esté caliente a la hora de usarla y esperamos a que el aceite se caliente.
Una vez veamos que ya está listo sacamos la buñolera, la escurrimos bien y vamos echando la masa y sumergiendola en el aceite, el buñuelo se desprende él sólo, y vamos haciendo los buñuelos hasta acabar la masa. Si durante el proceso la masa se apelotona se remueve para que vuelva a estar en su punto.
He tardado mucho en poner esta receta porque nos salieron con burbujas, y mi madre cogió un cabreo ja, ja, ja. Eso de hacer las cosas a ojo tiene lo suyo, yo creo que tenían demasiada levadura.
Pero esta vez con esta receta han salido perfectos y bueno la cosa es que estén esponjosos, no estén aceitosos y unas veces os saldrán más bonitos que otras, pero eso es normal je, je.
Éstos salieron de escaparate y además buenísimos.
Ah! y si hacéis muchos se pueden congelar.
Bye.
Además siempre viene mi tía, que a parte de ayudarnos se lleva una bandeja para los de su casa así que el año pasado hicimos más de 300.
Al final por un virus intestinal se pospusieron y los hicimos para San Vicente que también es un día muy señalado en mi casa pues es el santo de mi padre, pero no salieron bonitos, como podéis ver en la foto de arriba.
Para esta receta lo de la experiencia cuenta y mucho porque la pasta no tiene que estar ni muy clara ni muy espesa y como lleva levadura fresca se tiene que dejar un tiempo "para que se haga buena" como dicen mi madre y mi tía. Y luego el punto bueno es cuando la dejas caer y no se apelotona aunque tiene que tener su consistencia.
Lo primero del todo es limpiar de piel y pepitas la calabaza, trocearla y pesarla, por cada 1 kg. de calabaza luego pondremos 1 kilo de harina.
Ingredientes:
Para 1 kg. de calabaza pusimos 1 kilo de harina, 2 huevos, un pellizco de levadura fresca (25 grs. más o menos), la ralladura de un limón y un pellizquito de sal.
Ponemos una olla al fuego con la calabaza y agua suficiente para cubrirla y un dedo más. Se hierve hasta que al pincharla esté tierna. Según lo dura que esté tardará más o menos. Tiene que quedar cocida y con algo de agua como veis en la foto.
Cuando esté cocida se le pasa la batidora y se tritura por completo.
Tiene que estar templada, si no hay que calentarla.
Se echa en un cuenco grande y se añade la harina, los huevos batidos, la levadura fresca desleída, la ralladura de 1 limón y una pizca de sal, se amasa y se deja reposar media hora para que la levadura actúe y la masa se haga buena.
Si cuando vais a freír los buñuelos está demasiado compacta se puede calentar un vaso de agua y añadirlo para que la masa al dejarla caer no esté apegotada pero tiene que estar espesita.
Para hacer buñuelos es imprescindible una buñolera que nunca se friega sino que cuando se acaba se limpia bien con papel de cocina y se guarda para la próxima vez, envuelta con papel y dentro de una bolsa de plástico para que no coja polvo.
Se pone una sartén grande a fuego vivo y bastante aceite como 2 litros o más, se mete la buñolera dentro para que esté caliente a la hora de usarla y esperamos a que el aceite se caliente.
Una vez veamos que ya está listo sacamos la buñolera, la escurrimos bien y vamos echando la masa y sumergiendola en el aceite, el buñuelo se desprende él sólo, y vamos haciendo los buñuelos hasta acabar la masa. Si durante el proceso la masa se apelotona se remueve para que vuelva a estar en su punto.
He tardado mucho en poner esta receta porque nos salieron con burbujas, y mi madre cogió un cabreo ja, ja, ja. Eso de hacer las cosas a ojo tiene lo suyo, yo creo que tenían demasiada levadura.
Pero esta vez con esta receta han salido perfectos y bueno la cosa es que estén esponjosos, no estén aceitosos y unas veces os saldrán más bonitos que otras, pero eso es normal je, je.
Éstos salieron de escaparate y además buenísimos.
Ah! y si hacéis muchos se pueden congelar.
Bye.
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