Hola, hola con eso de que no me gusta tirar nada he reciclado el glaseado de la tarta de mango que hice para el cumpleaños de mi hermana y como era rosa he pensado que para unos pastelitos tipo Pantera Rosa quedaría genial y sí, la verdad es que han sido un éxito, están de vicio!!
Bueno empezaré por el principio, la semana pasada hice mi tarta de mango para el cumpleaños de mi hermana pero este año para que no fuese igual cambié la base de bizcocho de almendra por uno de cacao y el glaseado de chocolate con leche por uno de chocolate blanco con colorante, ése que llaman glaseado espejo y la verdad es que la tarta quedó genial.
Como me sobró glaseado y tenía el color igual al de los pastelitos Pantera Rosa se me ocurrió que podía intentar hacerlos y me puse a buscar recetas.
Las cantidades de los ingredientes variaban de una receta a otra pero lo que vi en todas igual es que el saborcito característico de los pastelitos lo da la mezcla de vainilla y la ralladura de naranja.
Así que como siempre acabé poniendo los ingredientes que mi sentido común me dictaba y la verdad es que estaban buenísimos hasta sin rellenar ni glasear.
Ingredientes:
3 huevos.
200 grs. de azúcar.
210 grs. de harina.
120 grs. de aceite de girasol.
120 grs. de leche.
10 grs. de levadura tipo Royal.
la ralladura de 1 naranja.
1 cucharadita de extracto de vainilla.
Unas gotas de aroma de naranja (no es imprescindible pero yo tenía).
Para rellenar:
100 grs. de nata 35% m.g. para montar.
1 cucharada sopera de azúcar glass.
Unas gotas de esencia de vainilla.
El glaseado espejo que tenía.
Encender el horno a 180 grados.
Batir los huevos con el azúcar hasta que doblen el volúmen, añadir el aceite, la vainilla, el aroma y la ralladura de naranja y batir un poco más.
Tamizar la harina y la levadura química e incorporar la mitad a la mezcla de los huevos con movimientos envolventes, añadir la mitad de la leche e incorporar. Repetir con la harina que sobra y la leche.
Poner en el molde y hornear a 180 grados, yo los tuve 18 minutos.
En cuanto los saqué y se atemperaron un poco los pasé a una rejilla para que acabaran de enfriar.
Monté la nata con el azúcar glass y 2 gotitas de esencia de vainilla.
Los abrí y los rellené, pensé hacerlo con una manga pastelera pero al final lo hice con una cucharilla y quedaron bien.
Calenté el glaseado que tenía y los recubrí, lo hice 2 veces para que quedaran bien cubiertos. Aunque la cobertura de los pastelitos originales es más mate yo los hice por aprovechar el glaseado y la verdad es que de sabor quedaron realmente buenos.
Voy a poner la receta del glaseado espejo que utilicé, las cantidades son para la tarta y el que sobró me dió para 10 pastelitos.
300 grs. de chocolate blanco.
125 grs. de leche.
10 grs. de hojas de gelatina.
40 grs.de glucosa.
colorante rojo, yo usé el Red Christmas de Wilton.
Poner a remojo las hojas de gelatina en agua fría.
Calentar la leche y la glucosa en un cazo.
Fundir el chocolate blanco troceado en el microondas a golpes de calor de 30 segundos, con mucho cuidado de que no se queme. Cuando está casi fundido lo sacamos y removemos y con el propio calor que tiene se acaba de fundir y se añade al cazo. Se remueve para incorporarlo todo y cuando la mezcla sea lisa se saca del fuego y se incorporan las hojas de gelatina bien escurridas. Se vuelve a remover hasta que la mezcla esté lisa por completo, ahora con un palillo vamos incorporando el colorante hasta que nos guste el tono alcanzado, siempre poco a poco y con un palillo nuevo cada vez que lo metamos en el colorante para no contaminarlo.
Cuando está listo se cuela a una jarrita y a glasear!!
Glaseéis lo que glaseéis os va a quedar buenísimo y lo que sobra se cuela y a la nevera para otra vez.
Bye.
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