Hola, hola hoy vengo con una receta sencilla, barata y que en casa nos gusta tanto que la hacemos una semana sí y otra semana hay veces que también, con la ventaja de que en verano, fresquita de la nevera está de vicio y en invierno la tomamos calentita tan ricamente je, je.
Esta crema se hace con puerros y patatas pero a mí me gusta ponerle una zanahoria porque le aporta un puntito dulce muy agradable y luego suelo poner un trocito de calabacín o cebolla, eso ya depende de lo que haya por la nevera je, je.
También lleva un lácteo antes ponía nata, después con el fin de aligerarla la hacía con leche evaporada pero ahora le pongo leche semidesnatada y está buenísima y queda superligera.
Hay que tener en cuenta que si la queremos fría hay que hacerla con antelación para que se atempere y luego meterla 2 horas en la nevera como mínimo.
Ingredientes para 6 personas:
1 puerro grande.
1 zanahoria.
1/2 cebolla.
1/2 calabacín (opcional).
4 patatas medianas.
Mantequilla y aceite de oliva.
Agua, leche, sal y pimienta blanca.
Media pastilla de caldo de carne concentrado.
Se prepara la verdura lavándola muy bien y pelándola.
Se corta todo a trocitos pequeños para acortar la cocción.
Se pone una olla al fuego con un chorro de aceite de oliva y una nuez de mantequilla. Se va incorporando la verdura cortada y las patatas y se rehoga durante 5 minutos. Se le pone sal y un poco de pimienta blanca.
Se añade agua para cubrirlo todo y que sobrepase las verduras porque tiene que hervir media hora o hasta que esté todo cocido, y la pastilla de caldo.
Cuando la patata ya está blandita se añade un vaso grande de leche y se arranca de nuevo el hervor. Se rectifica de sal y de pimienta blanca.
Se tritura hasta quedar muy fina, con batidora o si tenéis un robot, se puede pasar por el chino para dejarla superfina.
Como normalmente con la batidora de brazo se le introduce aire veréis que tiene muchas burbujitas, se pone de nuevo al fuego y al hervir desaparecen.
Cuando ya la sacamos del fuego definitivamente se le añade una nuez de mantequilla y ya la tenemos lista, si es invierno se sirve y a comer, si es verano hay que dejarla atemperar y cuando esté a temperatura ambiente se mete en la nevera para servirla bien fresquita.
Bye.
viernes, 31 de agosto de 2018
viernes, 24 de agosto de 2018
ENSALADA DE HIGOS FRESCOS Y QUESO DE CABRA.
Hola, hola esta receta no sé si merece un post pero yo le pondría hasta un piso en el centro ja, ja, ja. Ahora que están los higos frescos en su mejor momento no dejéis de probarlos en ensalada, son un valor seguro.
Las ensaladas hay que combinarlas con ingredientes variados y aliñarlas bien sino quedan insulsas y se vuelven aburridas, pero si cambiamos la vinagreta y ponemos fruta, queso o frutos secos pueden ser un plato único, sano y delicioso.
Con las vinagretas lo mismo, si vamos jugando: hoy con miel y mostaza, mañana con pesto y pasado con un chutney o una mermelada, las ensaladas van cambiando totalmente. Después hay ensaladas que piden una salsa rosa, césar, mahonesa ...
Ingredientes:
1 lechuga de hoja de roble.
1/2 aguacate.
5 ó 6 higos frescos.
1 rodaja de 1 cm. (ó 1'5 depende de los comensales) de queso de rulo.
1 cucharada de postre de azúcar moreno.
Cebolla deshidratada.
Para la vinagreta:
1 cucharada grande de salsa de soja.
1 cucharada grande de vinagre tipo balsámico.
1 cucharada de postre de mermelada de cerezas.
3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.
Crema de balsámico para decorar.
Se lava muy bien la lechuga, a no ser que compréis una bolsa variadita que también queda muy bien y os ahorráis trabajo, se escurre y se trocea.
Se pelan los higos y se cortan en cuartos.
Se pela medio aguacate y se parte en trocitos.
Preparamos la vinagreta emulsionando el vinagre balsámico, la salsa de soja, la mermelada y el aceite, si queda muy espesa se puede aligerar con una cucharadita de agua.
Se coloca la lechuga en la base, se disponen los trozos de higo y de aguacate por todo el plato menos en el centro, ahí pondremos después la rodaja de queso.
Se reparte la vinagreta por encima, se espolvorea la cebolla deshidratada ahora porque así se mantiene crujiente y se coloca la rodaja de queso, se reparte la cucharadita de azúcar sobre el queso y se le da caña con el soplete para caramelizarlo.
Se decora con un chorrito de reducción o crema de vinagre balsámico y voilá! a disfrutar de una buena ensalada.
Bye.
Las ensaladas hay que combinarlas con ingredientes variados y aliñarlas bien sino quedan insulsas y se vuelven aburridas, pero si cambiamos la vinagreta y ponemos fruta, queso o frutos secos pueden ser un plato único, sano y delicioso.
Con las vinagretas lo mismo, si vamos jugando: hoy con miel y mostaza, mañana con pesto y pasado con un chutney o una mermelada, las ensaladas van cambiando totalmente. Después hay ensaladas que piden una salsa rosa, césar, mahonesa ...
Ingredientes:
1 lechuga de hoja de roble.
1/2 aguacate.
5 ó 6 higos frescos.
1 rodaja de 1 cm. (ó 1'5 depende de los comensales) de queso de rulo.
1 cucharada de postre de azúcar moreno.
Cebolla deshidratada.
Para la vinagreta:
1 cucharada grande de salsa de soja.
1 cucharada grande de vinagre tipo balsámico.
1 cucharada de postre de mermelada de cerezas.
3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.
Crema de balsámico para decorar.
Se lava muy bien la lechuga, a no ser que compréis una bolsa variadita que también queda muy bien y os ahorráis trabajo, se escurre y se trocea.
Se pelan los higos y se cortan en cuartos.
Se pela medio aguacate y se parte en trocitos.
Preparamos la vinagreta emulsionando el vinagre balsámico, la salsa de soja, la mermelada y el aceite, si queda muy espesa se puede aligerar con una cucharadita de agua.
Se coloca la lechuga en la base, se disponen los trozos de higo y de aguacate por todo el plato menos en el centro, ahí pondremos después la rodaja de queso.
Se reparte la vinagreta por encima, se espolvorea la cebolla deshidratada ahora porque así se mantiene crujiente y se coloca la rodaja de queso, se reparte la cucharadita de azúcar sobre el queso y se le da caña con el soplete para caramelizarlo.
Se decora con un chorrito de reducción o crema de vinagre balsámico y voilá! a disfrutar de una buena ensalada.
Bye.
sábado, 11 de agosto de 2018
PECHUGA DE PAVO ASADA.
Hola, hola últimamente me ha dado por la pechuga de pavo, suelo tomarla cada día con la tostada de media mañana. Y claro aunque sólo sea por cambiar he probado a hacerla casera y está riquísima. Además ésta sabes que no lleva azúcar, ni conservantes ni nada por el estilo.
La he probado de dos maneras asada al horno y cocida en un escabeche ligero en la olla exprés, de las 2 maneras me ha gustado pero creo que al horno me convenció más.
Ingredientes:
1 pechuga de pavo (la mía pesaba unos 800 gramos).
Especias al gusto (yo puse pimentón dulce, ajo en polvo, laurel y sal).
Aceite de oliva virgen extra.
La noche anterior untar la pechuga con el aceite y las especias. Se envuelve en papel film y se mete a la nevera mínimo 8 horas.
Al día siguiente se saca, le quitamos el plástico y la atamos con una cuerda para que guarde la forma.
Se enciende el horno a 180 grados.
Se envuelve en papel de aluminio o papel de horno, se coloca en una bandeja y se mete al horno caliente sobre media hora, dependiendo del peso la podéis dejar un poco más o menos.
Cuando pase la media hora se saca y se deja reposar hasta que se enfríe, se le quita el papel y la cuerda y ya se puede ir cortando y disfrutando je, je.
Cunde mucho y es ideal para ensaldas o como fiambre para una cena ligera y fresquita.
Bye.
La he probado de dos maneras asada al horno y cocida en un escabeche ligero en la olla exprés, de las 2 maneras me ha gustado pero creo que al horno me convenció más.
Ingredientes:
1 pechuga de pavo (la mía pesaba unos 800 gramos).
Especias al gusto (yo puse pimentón dulce, ajo en polvo, laurel y sal).
Aceite de oliva virgen extra.
La noche anterior untar la pechuga con el aceite y las especias. Se envuelve en papel film y se mete a la nevera mínimo 8 horas.
Al día siguiente se saca, le quitamos el plástico y la atamos con una cuerda para que guarde la forma.
Se enciende el horno a 180 grados.
Se envuelve en papel de aluminio o papel de horno, se coloca en una bandeja y se mete al horno caliente sobre media hora, dependiendo del peso la podéis dejar un poco más o menos.
Cuando pase la media hora se saca y se deja reposar hasta que se enfríe, se le quita el papel y la cuerda y ya se puede ir cortando y disfrutando je, je.
Cunde mucho y es ideal para ensaldas o como fiambre para una cena ligera y fresquita.
Bye.
domingo, 5 de agosto de 2018
MAGDALENAS DE ARÁNDANOS.
Hola, hola tengo una amiga a la que le encantan los arándanos, he de confesar que a mí los frutos rojos éstos que hay ahora en todos los supermercados no me saben a nada. Pero sí que es verdad que en medio de una masa esponjosa con un sutil sabor a vainilla ganan mucho je, je.
Así que probé con éstas y quedaron realmente buenas, con un poco de yogur griego y su aceite de oliva virgen, en fin que a mi amiga seguro que le gustan y más sanas imposible! Mi duda era si muffins o magdalenas pero por los ingredientes que llevan se van a quedar en magdalenas.
Los arándanos tienen mucha fibra, vitaminas como la C y la K, y minerales como el manganeso pero además contienen elevadas dosis de flavonoides, son antioxidantes y antinflamatorios (sobretodo para las vías urinarias) y disminuyen la acción de los radicales libres.
Ingredientes:
3 huevos.
190 grs. de azúcar blanco (+ un poco para espolvorear por encima).
210 grs. de harina.
10 grs. de levadura química (tipo Royal).
1 yogur griego natural.
110 grs. de aceite de oliva virgen.
125 grs. de arándanos.
1 cucharadita de postre de extracto de vainilla.
Encender el horno a 180 grados, calor arriba y abajo.
Preparar los papelitos o moldes que vayamos a usar.
Batir los huevos con el azúcar hasta que doblen el volúmen, añadir el aceite a chorro fino mientras seguimos batiendo. Añadir el yogur y la vainilla y volver a batir hasta que todo esté integrado.
Tamizar la harina con el impulsor e incorporar con una lengua de silicona hasta que no queden grumos.
A veces por lo que sea quedan grumitos y no hay manera de deshacerlos entonces podemos volver a meter la batidora pero se le da un batido rápido para que la harina no desarrolle el gluten y no nos quede luego mazacote.
Cuando tenemos la masa lisa, sin grumos ponemos la mitad de los arándanos y removemos con cuidado.
Rellenamos las cápsulas elegidas y ponemos algún arándano más en cada magdalena y un pellizquito de azúcar por encima, eso hará que se forme la capa crujiente por arriba.
Las metemos en el horno caliente durante 20-25 minutos, dependiendo del tamaño, y cuando estén las sacamos a una rejilla hasta que se enfríen.
Ya podemos disfrutar de un desayuno o merienda rico, rico y sano, sanote ja, ja, ja.
Disfrutad mucho!
Bye
Así que probé con éstas y quedaron realmente buenas, con un poco de yogur griego y su aceite de oliva virgen, en fin que a mi amiga seguro que le gustan y más sanas imposible! Mi duda era si muffins o magdalenas pero por los ingredientes que llevan se van a quedar en magdalenas.
Los arándanos tienen mucha fibra, vitaminas como la C y la K, y minerales como el manganeso pero además contienen elevadas dosis de flavonoides, son antioxidantes y antinflamatorios (sobretodo para las vías urinarias) y disminuyen la acción de los radicales libres.
Ingredientes:
3 huevos.
190 grs. de azúcar blanco (+ un poco para espolvorear por encima).
210 grs. de harina.
10 grs. de levadura química (tipo Royal).
1 yogur griego natural.
110 grs. de aceite de oliva virgen.
125 grs. de arándanos.
1 cucharadita de postre de extracto de vainilla.
Encender el horno a 180 grados, calor arriba y abajo.
Preparar los papelitos o moldes que vayamos a usar.
Batir los huevos con el azúcar hasta que doblen el volúmen, añadir el aceite a chorro fino mientras seguimos batiendo. Añadir el yogur y la vainilla y volver a batir hasta que todo esté integrado.
Tamizar la harina con el impulsor e incorporar con una lengua de silicona hasta que no queden grumos.
A veces por lo que sea quedan grumitos y no hay manera de deshacerlos entonces podemos volver a meter la batidora pero se le da un batido rápido para que la harina no desarrolle el gluten y no nos quede luego mazacote.
Cuando tenemos la masa lisa, sin grumos ponemos la mitad de los arándanos y removemos con cuidado.
Rellenamos las cápsulas elegidas y ponemos algún arándano más en cada magdalena y un pellizquito de azúcar por encima, eso hará que se forme la capa crujiente por arriba.
Las metemos en el horno caliente durante 20-25 minutos, dependiendo del tamaño, y cuando estén las sacamos a una rejilla hasta que se enfríen.
Ya podemos disfrutar de un desayuno o merienda rico, rico y sano, sanote ja, ja, ja.
Disfrutad mucho!
Bye
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