Hola, hola aprovechando que es el cumpleaños de un amigo mío superfan del chocolate he hecho esta tarta para felicitarlo, ya la hice para otro cumple y nos gustó mucho pero he cambiado algunas cosas y la verdad es que ha quedado perfecta. Tiene mucho sabor a cacao pero no es excesivamente dulce y con las especias, la mermelada del relleno y la ganache de chocolate negro es pura lujuria je, je.
Como siempre estuve mirando y me llamó la atención la tarta navideña de Alma Obregón y la he adaptado a mi gusto.
Para organizarme bien yo he hecho el bizcocho, la ganache y la leche aromatizada por la mañana así tienen su tiempo de reposo o nevera según les haga falta. Luego el montaje lo hice por la tarde y a la hora de la merienda la tenía lista, incluso se puede hacer algo el día antes.
La leche (200 grs.) se puede aromatizar con especias o corteza de limón y de naranja para eso la prepararemos con antelación levantándole un hervor con las especias o las cortezas y dejándola reposar. Yo le puse una rama de canela, una cucharadita de postre de jengibre en polvo, una pizca de nuez moscada y 3 clavos de olor. Este paso es opcional.
La ganache también se debe preparar con antelación porque hay que dejarla que se atempere y luego meterla mínimo un par de horas en la nevera.
Ingredientes de la ganache:
450 grs. de chocolate negro para postres.
400 grs. de nata para montar.
50 grs. de mantequilla a temperatura ambiente.
Para prepararla rompemos el chocolate en un bol resistente al calor y calentamos la nata hasta que comience a hervir entonces la volcamos sobre el chocolate y esperamos un minuto para que el calor empiece a fundir el chocolate. Empezamos a remover desde el centro con una lengua de silicona y vamos haciendo la mezcla, cuando ya no queden trozos de chocolate incorporamos la mantequilla, que no esté fría de la nevera, y seguimos removiendo hasta que tengamos una crema lisa, sedosa y brillante.
Tapamos con un film a piel (tocando la ganache) para que no se nos forme una película dura en la superficie. La dejamos que pierda el calor del todo y la metemos en el frigorífico.
Ingredientes para el bizcocho:
3 huevos.
175 grs. de azúcar blanco.
200 grs. de azúcar moreno.
120 grs. de aceite de oliva suave.
250 grs. de harina.
50 grs. de cacao puro sin azúcar.
3 cucharaditas de impulsor o levadura química.
200 grs. de leche (la que teníamos preparada).
100 de agua hirviendo.
1 cucharada de extracto de vainilla.
Sal y especias al gusto.
Encendemos el horno a 200 grados.
Se mezcla el aceite con el azúcar blanco y el moreno. Se incorporan los huevos uno a uno batiendo con unas varillas. Se le añade la vainilla.
Se pesan los ingredientes secos y se tamizan la harina, el impulsor, el cacao y una pizca de sal. Aquí se puede añadir algo de jengibre en polvo o canela.
Se añade a la mezcla de los huevos la mitad de la mezcla de la harina, se remueve hasta incorporar. Añadimos la leche colada y removemos y hacemos lo mismo con la otra mitad de los ingredientes secos.
Por último ponemos el agua hirviendo y la incorporamos removiendo la mezcla. Queda bastante líquida pero es así.
Yo la he hecho en un molde de 20 cms. para que me quedara alta, abrirla y poder rellenarla.
Meter al horno a 180 grados, la mía necesitó una hora pero cada horno es un mundo y hay que ir controlando, cuando la pinchemos en el centro y salga limpio la tenemos lista.
La sacamos y la dejamos enfriar.
Montaje:
Metemos la ganache en una manga pastelera desechable con boquilla rizada.
Cuando el bizcocho esté a temperatura ambiente hay que quitarle la montañita que se forma durante el horneado dejándola recta y luego se parte por la mitad dejando 2 discos perfectos o casi, je, je. A mí perfectos no me quedan nunca pero luego el más feo se pone abajo y hacemos un círculo de ganache por todo el borde y dentro rellenamos con mermelada. Yo la puse de fresas pero si habéis aromatizado la leche con pieles de cítricos podéis ponerla de naranja o si os gusta más dulce la de pera será ideal, cualquiera os va a ir bien.
Ponemos el otro disco encima con la parte mas plana hacia arriba y con una paletina vamos poniendo ganache por las paredes y alisando.
Cuando la tenemos toda cubierta y bien lisa, si tenemos tiempo, se puede meter una rato en la nevera para que se endurezca, la verdad es que yo lo hice del tirón ja, ja, ja. Cuando terminé de alisar las paredes empecé con los rosetones en círculos de fuera a dentro hasta cubrir toda la superficie y entonces la metí en la nevera.
Tengo que decir que con un poco de organización no cuesta nada de hacer, de hecho cuesta más de explicar que realmente de hacer. Así que cuando tengáis un capricho de chocolate, chocolate ... esta tarta es perfecta.
Bye.
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